jueves, 31 de diciembre de 2009

El fin de una década: de como Harry Potter cambió mi vida.

Sí. A pesar de que suene ridículo es así. Harry Potter ha sido mi década. Ya que todo el mundo se empeña en mirar atrás, yo miro y lo único que veo son esos siete libros. Desde el primer día que tuve la piedra filosofal en mis manos (año 2000, si mis cuentas no fallan). Contaba con la edad de ¿8-9 años?. Siempre he pensado que empecé a leerlo con 11, pero mira, estaba equivocada. Harry. El niño que vivió. Yo. La niña que quería vivir en otro sitio. Con la sensación de no haber encajado demasiado bien nunca. Ahora me da igual. Pero claro, antes era pequeña. Leer Harry Potter debajo de la manta con una linterna no es un tópico, en mi caso, es un hecho que mantengo, ahora a la luz del Lumos de una varita. Y es que no me avergüenza reconocer que tengo 18 años. Y me gusta Harry Potter. Lo sé, sé que no es bueno (es evidente). Sé que no es Literatura ni Arte. Pero a mí, me gusta.

Porque cuando era niña me hacía compañía, porque siempre soñé con un lugar como Hogwarts. Porque en los malos momentos, Harry siempre estaba ahí. Y cuando me sentía sola, leer los libros me reconfortaba, me hacía sentir en casa, a salvo. Y cada vez que he llorado, he reído, he pensado: "¡Vamos, Harry!", he mirado la última página, he releído los libros, o simplemente he mirado la portada, me he sentido bien. Bien, sencillamente, bien. Sin grandes florituras lingüisticas. Sin grandes conocimientos gramáticos. Sin el talento de Shakespeare o la fantasía de Tolkien, Jo me hacía sentir bien. Y eso era todo lo que necesitaba.

Así, Jo, GRACIAS. Por transmitir tus valores, que ahora son los míos. Por intentar que un puñado de niñatos se entretuviesen un rato, ahora, yo creo que la amistad es importante, que el amor es el arma más poderosa que tenemos, que matar deshumaniza a las personas, y que la gente que nos quiere siempre estará con nosotros. Gracias Jo. Y gracias, Harry. Ahora me siento orgullosa llevando una bufanda de Gryffindor por la calle, diciendo que escucho Wizard rock y que Draco and the Malfoys es uno de mis grupos favoritos. Por ridículo que suene.

Recuerdo el año pasado en Londres. King's Cross. Charing Cross Road. El andén 9 3/4. El Caldero Chorreante. Dios, estaba allí, más cerca que nunca. ¡La varita! Un duelo en medio de unos grandes almacenes. La sensación de seguir siendo una cría.

Tú eres una lucharora, Jo. Y nos has hecho ser luchadores a todos los fans de la saga. Nos has enseñado a no rendirnos, a superarnos cada día, a pelear por lo que queremos. Y aunque no sepa muy bien qué quiero, sé que sea lo que sea, lo intentaré. Como tú intentaste ser escritora.

Pongo los ojos en 2010 y veo The Wizarding World of Harry Potter, y la cara de ilusión de los niños que vayan. Y la mía, si algún día voy.

Jo, Gracias. Yo sí creo que has hecho todo lo que has podido con tu talento.

martes, 29 de diciembre de 2009

Eso dicen.

Eso quieren hacernos pensar.
Y es que somos consecuencias de influencias.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Lo difícil...
no es crecer.
Es seguir siendo un niño cuando crezcas.